Si queremos gestionar actitudes en nuestra empresa, ser铆a interesante saber primer lugar alguna definici贸n consensuada de 芦actitud禄 y saber para qu茅 sirven las actitudes o por qu茅 las tenemos.
La mayor铆a de estudios en psicolog铆a social est谩n de acuerdo en definir una actitud de la siguiente forma:
芦Evaluaci贸n global y relativamente estable que las personas hacen sobre otras personas, ideas o cosas que, t茅cnicamente, reciben la denominaci贸n de objetos de actitud芦.
Es decir, las actitudes hacen referencia al grado positivo o negativo con que tendemos a juzgar o valorar cualquier aspecto de la realidad (tangible o intangible), incluido, claro est谩, el 谩mbito laboral.
De esta forma la actitud hacia un compa帽ero, jefe, cliente, equipo, proyecto, tarea, departamento u organizaci贸n puede ser positiva, negativa o neutra.
Adem谩s puede variar el grado de positividad o negatividad en funci贸n de la importancia que la聽persona otorga a cada objeto de actitud.
Aunque las actitudes residen en el interior de cada persona pueden ser inferidas a trav茅s de ciertos indicadores.
Conocer los componentes de las actitudes puede ayudar a inferir (y comprender) la actitud de una persona respecto a cualquier aspecto:
- Componente cognitivo (pensamientos y creencias sobre el objeto de actitud)
- Componente afectivo (sentimientos y emociones asociados)
- Componente conductual (intenciones y conductas聽en base a experiencias anteriores)
驴C贸mo se forman聽las actitudes?
La mayor铆a de actitudes tienen su origen en el aprendizaje y experiencia聽social (salvo algunas muy concretas de ra铆z聽gen茅tica).
De esta forma las emociones se configuran y anclan por:
- Condicionamiento instrumental (consecuencias positivas o negativas de nuestra conducta)
- Imitaci贸n de otros (sobre todo de las figuras de referencia o autoridad)
- Aprendizaje vicario (observaci贸n de las consecuencias de la conducta de otros).
El proceso de configuraci贸n y anclaje se produce alrededor de los tres componentes mencionados anteriormente (cognitivo, afectivo y conductual).
De esta forma, a trav茅s de las聽diferentes聽situaciones diarias que vivimos en el trabajo, vamos desarrollando pensamientos y creencias acerca de cada objeto de actitud mediante la percepci贸n聽de聽芦refuerzos y castigos禄 (conscientes o inconscientes) que asociamos聽a nuestra conducta.
Por ejemplo, si tengo iniciativa por hacer o proponer una mejora a una tarea, producto o servicio, y me ignoran o recriminan, asociar茅 una consecuencia negativa a mi conducta de iniciativa.
Si lo vuelvo a intentar y se repite la consecuencia, terminar茅 construyendo una idea o creencia negativa acerca de tener iniciativa en mi empresa, asoci谩ndolo a sentimientos muy negativos si para m铆 es muy importante obtener atenci贸n o reconocimiento.
Tambi茅n podemos formarnos esa idea o creencia si proviene de terceras personas, especialmente de figuras y grupos de referencia (autoridad formal e informal), cuando nos dicen:
芦No te molestes en aportar ideas o cualquier tipo de iniciativa en esta empresa, no sirve de nada.禄
Una de las primeras actitudes que se forja entre empresa y colaborador se produce ya en los primeros contactos de la selecci贸n, generando unas ideas, creencias o expectativas de uno hacia el otro.
El impacto de la idea o expectativa聽en la actitud va a depender de la intensidad de la creencia y de la confianza o duda que la persona tenga sobre聽sus propios pensamientos.
En cuanto al componente afectivo, nuestras experiencias en el trabajo聽las asociamos a determinadas emociones percibidas cuando nos relacionamos con otros compa帽eros, departamentos, jefes, subordinados, tareas…
En funci贸n de si esas emociones las valoramos como聽agradables o desagradables, y seg煤n su intensidad, contribuir谩n a formar una actitud positiva o negativa hacia otra persona, grupo, tarea o situaci贸n.
Por 煤ltimo, se ha demostrado que el comportamiento (incluido聽posturas聽y gestos) produce un feedback psicol贸gico que impacta en la formaci贸n de la actitud.
Este impacto psicol贸gico del comportamiento en la actitud se produce a trav茅s de los propios pensamientos y sentimientos derivados autom谩ticamente de la conducta.
Si 茅stos vienen a validar el comportamiento聽y/o nos producen una sensaci贸n cognitivo-afectiva agradable, contribuir谩n a formar una actitud positiva.
Es la base de, por ejemplo, los programas de seguridad basada en el comportamiento (SBC).
De lo contrario, un malestar psicol贸gico que relacionemos con nuestro comportamiento (o el de los dem谩s) forjar谩 una actitud m谩s negativa.
A todo ello hay que a帽adir que los tres componentes (cognitivo, afectivo y conductual) se influyen mutuamente y, por tanto, pueden regular las actitudes en un sentido u otro, teniendo distintos pesos espec铆ficos en la actitud global.
Aunque el componente de mayor peso espec铆fico a medio y largo plazo es el afectivo, a corto plazo puede imponerse el cognitivo (siento injusticia hacia la conducta de mi jefe/a pero pienso o creo que no debo decir nada, hasta que un d铆a 芦me desbordo禄 o me voy desmotivando poco a poco).
驴Para qu茅 sirven las actitudes?
B谩sicamente, son 3 las聽funciones:
- Organizaci贸n del conocimiento (estructurar o dar 芦coherencia禄 a la sobrecarga informativa del entorno)
- Funci贸n instrumental (nos ayuda a alcanzar los objetivos deseados)
- Expresi贸n de valores (nos permite conocer y mostrar nuestros principios y valores)
De esta forma聽las actitudes nos van a guiar en la b煤squeda de informaci贸n que las refuerce o valide, ignorando la informaci贸n que no coincida con ellas.
Tambi茅n sabemos que pueden guiar nuestra memoria, de forma que tendemos a distorsionar recuerdos para ajustarlos a las actitudes actuales que tengamos.
Esto explicar铆a porque somos reacios a aceptar y digerir聽informaci贸n que vaya en sentido contrario a alguna de nuestras actitudes ya formadas (funci贸n defensiva del yo).
Siendo ese rechazo directamente proporcional a la intensidad o importancia que tenga esa actitud para nosotros.
A trav茅s de las actitudes podemos conseguir lo que queremos y evitar lo que no nos gusta, contribuyendo a crear sensaci贸n de libertad y competencia.
Por ejemplo, adoptar una actitud positiva hacia la empresa con la que trabajamos y/o nuestros clientes nos permitir谩 ofrecer un mejor servicio (que puede ser recompensado聽con otros beneficios).
De todo ello se desprende que no solo es importante que contratemos personas con actitudes alineadas con la empresa sino que, adem谩s, generemos contextos de trabajo que contribuyan a fortalecer dichas actitudes.
No digamos ya del extremo cuidado a tener en cuenta para no destruir actitudes positivas y contribuir a generar actitudes negativas, primero en el cliente interno y, por extensi贸n, en el cliente externo.
Ello puede desembocar en despidos o en fuga de talento, con los consiguientes costes econ贸micos directos e indirectos.
Por eso es una estrategia muy inteligente (y muy rentable) gestionar las actitudes de forma proactiva en la empresa, no dejando al azar los componentes que influyen en las mismas.
Para m铆, todo ello se puede resumir en una habilidad o competencia b谩sica:
芦inteligencia emocional aplicada al liderazgo o gesti贸n de equipos y clientes禄.