Hace muchos años escuché esta frase dirigida al ámbito profesional:
«Además de ser bueno tienes que parecerlo».
Refiriéndose a que no es suficiente con ser muy buen profesional para tener éxito, sino que además tienes que proyectar esa imagen y darla a conocer, que lo sepa tu empresa y/o (potenciales) clientes.
Hoy hablaríamos quizá más de «Marca Personal» como sustitución/ampliación de ese «parecerlo».
Desde mi punto de vista es crucial, para un éxito saludable y ético, que podamos decirlo al revés también:
«Además de parecer bueno tienes que serlo».
Llevado esto al ámbito de la empresa saludable, tan en boga hoy, es perfectamente aplicable.
Estoy seguro que hay muchas empresas que son saludables pero no lo parecen, porque no proyectan su marca. Trabajan en el anonimato.
Pero también sucede al revés. Hay muchas empresas que parecen saludables porque lucen en su web, ofertas y carpetas, el sello que lo acredita.
O porque publican a los cuatro vientos (entiéndase redes sociales) que promueven la alimentación sana entre sus colaboradores (sirven fruta fresca en la cafetería, por ejemplo), ejercicio físico, dejar de fumar, etc.
Y eso está bien. Muy bien.
Pero una empresa saludable no es solo un sello, o promoción de hábitos de vida y salud en sus trabajadores. Esto es solo parte de la ecuación. Hay mucho más.
Estamos hablando también de promover hábitos saludables relacionados con los factores psicosociales, como la organización del trabajo, la cultura, el liderazgo y otras practicas saludables.
Por supuesto además de cumplir con la ley de prevención de riesgos laborales (que incluyen todos los factores anteriores).
De todas formas, en el caso hipotético que tuviera que elegir entre ser o parecer una empresa saludable, me quedaría indudablemente con serlo.
Y aunque se pueda «intuir» que es más fácil y rentable parecerlo que serlo (porque implica cambiar muchas cosas), termina volviéndose en contra porque no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.
Sin embargo prácticamente cuesta lo mismo hacerlo mal que bien. Es cuestión de hábitos de organización y gestión de personas, aunque todo empieza por uno mismo.
Al igual que tratamos de incorporar hábitos saludables en los equipos técnicos, es necesario incorporar hábitos saludables en los equipos directivos.
Pero… ¿quién le pone el cascabel al gato?
Para hacerlo más fácil y que resulte un proceso natural, paulatino, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, es importante tener personas en la organización formadas a tal efecto.
¿Y puede ser saludable un pequeña o mediana empresa?
A menudo pensamos que una Pyme, por su reducido tamaño y/o capacidad de operatividad, no puede ser una empresa saludable.
Nada más lejos de la realidad. Aquí tienes ejemplos de cómo una pequeña y mediana empresa también puede ser saludable, además de parecerlo.
Y aquí un modelo para la acción propuesto por la OMS, con cinco objetivos.
¿Quiere que tu empresa también sea saludable, además de parecerlo?
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