Después de pasar 25 años sumergido en el mundo de la tecnología y 10 años ayudando a personas a gestionar sus emociones en el entorno laboral, he aprendido que no hay éxito sin equilibrio.
Estoy viendo cómo la inteligencia artificial puede hacer maravillas, pero también cómo puede generar miedo, incertidumbre y resistencia al cambio en personas, equipos y empresas.
Cuando las empresas implementan chatbots en sus canales de comunicación con clientes internos y externos, o introducen el uso de herramientas como ChatGPT, Copilot, Gemini, etc., es común que los empleados se sientan desplazados o inseguros.
Es aquí donde entra en juego mi experiencia dual en el sector tecnológico y en el ámbito de la psicología del trabajo, ofreciendo una visión única que ayuda a las organizaciones a integrar la tecnología de manera adecuada para que las personas se adapten a los cambios sin apenas recelo o resistencia, comprendiendo que su empleabilidad se ve potenciada con la adquisición de nuevas habilidades.
El secreto está, básicamente, en la inteligencia emocional de directivos y mandos intermedios.
Es fundamental tener meridianamente claro que los seres humanos NO SOMOS LÓGICOS, SINO PSICOLÓGICOS.
Trabajo con líderes y equipos para que la introducción de la tecnología sea vista como una oportunidad de crecimiento y colaboración en la empresa, en lugar de una amenaza.
Ayudo a gestionar el inevitable estrés, a construir resiliencia y a fomentar un entorno donde las personas puedan enfocarse en sus fortalezas y no tanto en sus debilidades.
La inteligencia artificial es poderosa, pero la inteligencia emocional marca la diferencia en el nivel de adopción de la misma y, por tanto, en su nivel de madurez digital o grado de éxito en su transformación.
Si tu empresa quiere estar preparada para ese futuro, estaré encantado de guiarte y acompañarte en ese camino para amortiguar las resistencias al cambio.
Imagen creada con DALL-E