El liderazgo con inteligencia emocional existe: 3 casos prácticos.

Satya Nadella (CEO de Microsoft), en sus primeras reuniones con altos ejecutivos dijo «Nada de lloriqueos, en Microsoft solo habrá solucionadores y no reclamantes. Si no aceptan la nueva visión, no se queden. Es hora de que sigan adelante».

Su capacidad para mantener la calma, al mismo tiempo que su empatía y firmeza, ha sido fundamental para la toma de decisiones estratégicas.

Transformó la frase de la misión original de Microsoft (formulada por Bill Gates) que decía «Poner un PC en cada escritorio y en cada hogar que ejecute el software de Microsoft» por «Empoderar a cada persona y cada organización del planeta para ‘hacer más'».

Otra de sus primeras acciones como nuevo CEO de la compañía fue recortar su desmesurada estructura burocrática, eliminando varios niveles jerárquicos superiores que estaban paralizando la empresa debido a intereses individuales en una guerra de egos que sembró luchas internas.

Al final de su inspiradora carta a los empleados, Nadella, decía «Los mejores trabajos aparecen cuando sabes que no es solo trabajo, sino algo que hará mejorar la vida de otros».

Como puedes observar, se trata de una visión más empática, menos egoísta, focalizada en un propósito dirigido a entregar valor al cliente, bajo un paradigma ganar-ganar.

En esta línea, su inteligencia emocional le ha permitido llegar a colaborar con la competencia, optimizando las aplicaciones de la suite ofimática Office para dispositivos de Apple.

Es más, en el año 2015 usó un iPhone en el escenario, durante un evento, para mostrar sus aplicaciones favoritas de Microsoft.

Las habilidades de Satya Nadella, dentro del ámbito de la inteligencia emocional, hacen ganar miles de millones a Microsoft, logrando el milagro de su recuperación desde Steve Ballmer.

Podríamos describir también como líder con inteligencia emocional a Pablo Isla, ex-CEO de Inditex.

En una entrevista a la Harvard Business Review, todavía como CEO de Inditex, dijo: «Cuando uno dirige una empresa, por supuesto que hay que ser racional. Yo dirijo una compañía con más de 150.000 empleados y un millón de clientes. Pero poco a poco he aprendido a ser menos racional y dejarme llevar más por las emociones. Tenemos que apelar a las emociones de nuestros empleados para crear un ambiente en el que los empleados puedan innovar».

Durante su mandato, Pablo Isla fue conocido por su capacidad para escuchar y comprender las necesidades tanto de los empleados como de los clientes, fomentando una cultura empresarial basada en el respeto, la inclusión y la innovación. Su enfoque en el bienestar de los empleados y en la sostenibilidad ayudó a Inditex a convertirse en una de las empresas más exitosas del mundo en el sector de la moda.

Por último, pero no menos importante, tenemos el caso de Tim Cook (CEO de Apple), otro ejemplo de un líder con inteligencia emocional.

Conocido por su estilo de liderazgo tranquilo y empático, Tim Cook ha continuado el legado de Steve Jobs al frente de Apple, pero con un enfoque más centrado en las personas y la ética.

Ha sido un defensor de la diversidad, la privacidad del usuario, fomentando una cultura corporativa inclusiva y de respeto dentro de la empresa.

Además de su enfoque empático y reflexivo, Tim Cook también es conocido por su capacidad para tomar decisiones difíciles con un fuerte sentido de la ética.

Bajo su liderazgo, Apple ha adoptado una postura firme sobre la privacidad de los usuarios y la sostenibilidad medioambiental, reflejando su compromiso con valores que van más allá del beneficio económico.

Esta inteligencia emocional, combinada con su integridad y visión estratégica, ha permitido a Cook guiar a Apple a través de un periodo de crecimiento sostenido, manteniendo la confianza de empleados, clientes e inversores.

Por supuesto, estamos hablando de personas y, por tanto, no son perfectos. Siguen el curso evolutivo de todo ser humano, teniendo la oportunidad cada día de mejorar su inteligencia emocional, ya que la mejora continua no tiene fin.

Podemos tener la certeza de que la inversión en el desarrollo de esta habilidad, tanto en la vida personal como profesional, solo nos puede traer grandes beneficios, individuales y colectivos.

¿Te gustaría desarrollar la inteligencia emocional de directivos y mandos intermedios en tu empresa? Envíame un email describiendo la situación corporativa que te gustaría mejorar y te doy feedback, sin compromiso.

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Psicólogo Organizacional