A veces hace falta que todo se apague… para ver con más claridad.

El 28 de abril vivimos un apagón histórico que afectó a España, Portugal, Andorra y parte del sur de Francia.

Y ocurrió, curiosamente, el mismo día que celebrábamos el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.

¿Casualidad? ¿Ironía? ¿Metáfora en toda regla?

En cualquier caso, creo que nos deja una metáfora potente sobre el desequilibrio entre lo artificial y lo natural, también en el mundo organizacional.

¿Lo exploramos?

Hemos vivido un apagón histórico que, más allá de los inconvenientes (que los tiene, y mucho), fue toda una invitación a reflexionar.

Nos hemos acostumbrado a vivir bajo la luz artificial, pero… ¿qué pasa cuando desaparece el suministro?
Que nos podemos dar cuenta de lo que siempre estuvo ahí, la luz natural, la «pantalla natural», la vida en toda su amplitud de posibilidades.

Y este fenómeno es una metáfora perfecta de lo que también ocurre dentro de nosotros:

  • Yo artificial (ego, máscara) Vs yo natural (ser, verdadera identidad).
  • Realidad artificial (mental) Vs Realidad natural (física, objetiva).

Esta polarización no se queda en lo personal. También atraviesa el mundo de las organizaciones… y nuestra vida diaria:

  • Alimentación artificial (procesados, químicos, azúcares) Vs alimentación natural (lo que viene de la tierra y del mar).
  • Dinero artificial (electrónico, digital) Vs dinero natural (efectivo, físico).
  • Empresas «artificiales» (cuidan solo resultados) Vs empresas «naturales» (cuidan resultados y personas).
  • Inteligencia artificial (tan en auge) Vs inteligencia emocional (también en auge).

¿Te suena?
Absentismo, rotación, estrés crónico, bajas por ansiedad…

Son síntomas de este desequilibrio o polarización hacia lo artificial.

Y es que estamos construyendo empresas que alumbran mucho y nutren poco.

No se trata de rechazar lo artificial (sería absurdo, yo estoy escribiendo esto gracias a un dispositivo digital).

Se trata de integrar, de crear un verdadero yin-yang organizacional:

  • Tecnología y Humanidad.
  • Resultados y Bienestar.
  • Cabeza y Corazón.

Solo equilibrando ambas polaridades lograremos organizaciones que no solo «funcionen»… sino que estén vivas.

Que el apagón nos sirva para incorpora más «luces»🔥😉, a todos los niveles.

Estoy convencido de que la próxima revolución no será tecnológica… será humana.

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Psicólogo Organizacional