«Según la Ley de la figura-fondo de la teoría Gestalt, el proceso perceptivo remite a un mecanismo básico según el cual tendemos a focalizar nuestra atención sobre un objeto o determinado grupo de objetos (figura) destacándolos del resto de los objetos que los envuelven (fondo)».
Es decir, que nuestra mente percibe el mundo en términos de figura y fondo.
Podemos ver lo que destaca en primer plano y lo que permanece en el trasfondo, pero no podemos percibir una misma forma como figura, y a la vez, como fondo de esa figura.
El fondo es todo lo que NO se percibe como figura, pero sin el cual no puede existir la figura. No sé si me explico.
Esto se ve con claridad en esta famosa imagen del Jarrón de Rubin, donde podemos ver una copa, o dos caras, según focalizemos la atención en una parte u otra de la imagen.
Pues bien, esta teoría, aunque centrada en lo visual, creo que ofrece una metáfora poderosa para comprender nuestra realidad interna, especialmente cuando tratamos de hacer sentido de la relación entre el ego o personaje (la figura) y nuestro verdadero yo en esencia (el fondo), y también cómo esto se conecta con los entornos organizacionales.
¡Vamos allá!
El ego-personaje como la figura y el verdadero yo-esencia como el fondo
Vivimos en una constante batalla entre lo que mostramos al mundo (el ego o la figura) y lo que realmente somos en nuestro interior (el verdadero yo o el fondo).
El ego se presenta como nuestro personaje público, el que responde a las expectativas externas, se ajusta a las normas sociales y, en muchos casos, busca ser validado a través de logros y reconocimiento.
Es la figura que aparece con claridad ante los ojos de los demás, pero que, a menudo, oculta lo que realmente somos.
El verdadero yo, por otro lado, es el fondo, nuestra auténtica esencia. La verdad que solo conocemos nosotros mismos cuando estamos presentes de verdad, atentos al aquí y al ahora, fuera de nuestra película mental.
Este fondo puede ser percibido, pero muchas veces se queda en segundo plano, eclipsado por las demandas externas del ego-mente, lo que lleva a una confusión interna.
Nos dejamos atrapar por la figura, olvidando que lo verdaderamente importante es el fondo.
La confusión en la empresa. Figura y fondo organizacional
Al igual que en el ámbito personal, en las organizaciones también se produce esta distorsión entre lo que se ve claramente (los resultados económicos, el rendimiento a corto plazo, o las tareas urgentes) y lo que realmente sustenta a la empresa en su esencia (la cultura organizacional, el bienestar de las personas, el sentido de propósito).
En muchas ocasiones, el foco de la empresa está en la figura: la rentabilidad inmediata, los números, la productividad y la presión por cumplir objetivos. Y es necesario, pero no suficiente.
Esta obsesión por los resultados económicos es, en cierto sentido, como el ego personal: se muestra con claridad, se mide constantemente y se considera el indicador principal de éxito.
Pero el fondo, representado por la cultura organizacional, el bienestar de los empleados, el sentido de pertenencia y la motivación intrínseca, muchas veces queda relegado u oculto.
Este fondo es, precisamente, lo que permite que aflore la figura (lo material, los resultados), siendo el verdadero motor de una empresa saludable y del rendimiento sostenido, pero por ser menos visible, a menudo se pasa por alto.
Urgente vs. Importante: Una pregunta de percepción
Las empresas se enfrentan a una lucha constante entre lo urgente y lo importante.
Las tareas urgentes, como entregar informes, cumplir plazos de ventas o resolver problemas inmediatos, son como la figura: son lo que todos ven y demandan.
Nos centramos en ellas porque están en primer plano, y el impacto de no cumplirlas es visible de inmediato.
Sin embargo, lo realmente importante – como el desarrollo personal de los empleados, la gestión emocional dentro del equipo, o la creación de una cultura empresarial sólida – es el fondo, porque este, insisto, es el que permite que se vea la figura.
A menudo, estos elementos esenciales no generan resultados inmediatos, pero son los que sostienen el crecimiento y el éxito a largo plazo.
Si solo nos centramos en la figura, es decir, en los resultados tangibles y rápidos, corremos el riesgo de perder el fondo: la base sobre la que se construye el verdadero éxito de la organización.
Para desbloquear la confusión es necesario hacer un cambio de percepción más allá de la figura.
Para encontrar el equilibrio y evitar la confusión entre figura y fondo, tanto en lo personal como en la empresa, debemos aprender a ver más allá de lo inmediato.
Es necesario que tanto a nivel personal como profesional comprendamos que, si bien los resultados económicos son cruciales, lo que realmente sostiene esos resultados es el bienestar de las personas que trabajan para conseguirlos.
Al igual que en el ámbito personal, donde el verdadero yo-esencia debe ser reconocido por encima del ego-personaje, las empresas deben empezar a equilibrar sus esfuerzos entre lo urgente (los resultados económicos inmediatos) y lo importante (la salud organizacional y el bienestar de los empleados).
Si solo nos centramos en el número final, sin considerar el fondo (la cultura y el bienestar), estamos construyendo sobre una base inestable.
Cambiar la perspectiva es cambiar el futuro
Si queremos que tanto las personas como las empresas prosperemos de manera sostenible, debemos reconocer la importancia del fondo y no dejarnos arrastrar solo por la figura.
En lo personal, esto significa escuchar nuestra verdadera esencia, y en lo organizacional, implica invertir en cultura y en el bienestar de los empleados, porque, al final, son esos elementos los que dan profundidad y sostenibilidad a los logros visibles.
Recuerda: lo urgente siempre aparecerá, pero lo importante es lo que realmente sostiene el futuro.
Nota: Este post utiliza la ley de la figura-fondo para conectar conceptos clave de la psicología de la Gestalt con las dinámicas tanto personales como organizacionales, generando reflexión sobre cómo el bienestar interno (tanto personal como organizacional) es esencial para un éxito duradero.
¿Y tú qué ves?: ¿La figura?, ¿El fondo?, ¿ambos?
Referencias
Ciafardo, M., & De Santo, E. M. (2020). Breviario de las Leyes de la Gestalt.
Oviedo, G. L. (2004). La definición del concepto de percepción en psicología con base en la teoría Gestalt. Revista de estudios sociales, (18), 89-96.