REGULAR LA MENTE Y EL LAMENTO ES LA RAÍZ DE TU CRECIMIENTO

ARBOL_RAICESAños antes de la última crisis bastaba con formarse en aspectos puramente técnicos para poder lanzar o relanzar tu vida personal y profesional.

Sin embargo, aunque hoy también es necesario formarse técnicamente resulta claramente insuficiente si queremos tener el mismo efecto.

Porque, en primer lugar, la formación sin acción posterior alineada no sirve para nada. Es como obtener el carnet o licencia de conducir y no conducir. Está bien tenerlo por aquello del «y si…», pero no esperes milagros.

En segundo lugar, porque nadie te va a llamar si tú no tomas la iniciativa (y no hablo solo de enviar cientos o miles de cv).

Es necesario poner en práctica de forma proactiva y creativa aquello sobre lo que sabemos mucho, y que tantos años de formación (y dinero) nos ha costado, para empezar a darnos a conocer en nuestro sector.

Claro, mucha gente dice «si no me contratan no puedo poner en práctica los conocimientos que tengo. Y si no adquiero experiencia no me contratan», entrando en un bucle infinito o pescadilla que se muerde la cola.

Y llevan razón, pero hoy el mundo ha cambiado debido a la globalización y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) con Internet a la cabeza.

Ha habido un cambio estructural (además de una crisis) y el mercado laboral ya no funciona como hace unos cuantos años en los que con una Carrera y un Máster (no digamos ya con un segundo idioma) se te rifaban las empresas.

Hoy es necesario tomar la iniciativa, empezar a practicar lo que sabemos y obtener feedback del mercado.

Pero aquí es donde empieza «la mente y el lamento» a traicionarnos con mensajes-trampa tipo:

  • No estoy preparado/a
  • ¿Pero si no me contratan qué es lo que puedo hacer, si no tengo suficientes recursos económicos?
  • «¿Y si la lio parda?, ¡si no tengo experiencia!»
  • No hay nada qué yo pueda hacer
  • ¿Y si me estrello en el intento?
  • Me da miedo de solo pensarlo
  • ¿Emprender? ¡Estás loco/a!

Pero tampoco se trata de emprender o hacernos autónomos (o sí, si estás capacitado/a), sino de usar la creatividad para iniciar pequeñas acciones que, poco a poco, nos permitirán ir dando pasos hacia nuestro objetivo (eso sí, tenemos que saber a dónde nos queremos dirigir).

tridimensional emocionesEl problema está en no ser conscientes de que las emociones de miedo, temor, ansiedad o tristeza nos inducen a ver solo la parte problemática o peligrosa con el objetivo de prevenir, solucionar o reflexionar.

Y esto está bien (para eso sirven estas emociones), pero la realidad tiene más opciones y si no ampliamos nuestro campo de visión no veremos aquello que sí podemos hacer, por poco que sea.

Aquí entra la inteligencia emocional para regular nuestros estados emocionales y nuestra conducta haciendo un uso inteligente de la información emocional.

Hace unos días, volviendo del III Congreso Nacional de Psicología Positiva, en Baeza (Jaén) hablaba precisamente de esto con mi compañera, Marían de San Andrés, excelente profesional con una formación técnica impresionante pero viviendo una situación parecida (quiere relanzar su vida profesional).

Entre casi cuatro horas de conversación salió a la luz la idea que rondaba su cabeza hacía tiempo pero que le parecía una locura. Le daba miedo plantearla en su empresa y no sabía cómo definirla correctamente. «¿Y si la lío?» -me decía.

¡Me pareció una excelente idea! Vimos que la podía articular, definir y darle forma con un poco de ayuda, así que le animé a llevarla a la práctica. Lo mejor de todo es que esta semana da el primer paso.

Y es que se trata de gestionar algunos miedos, ideas irracionales y sentimientos que obstaculizan nuestro propio desarrollo o incluso, a veces, «emborronan» nuestra propia valía.

Por ello es fundamental que además de gestionar el conocimiento, gestionemos «la mente y el lamento» porque estos intangibles tienen un impacto tremendo, especialmente, en tiempos de incertidumbre como los que vivimos actualmente.

En mi caso, después de mi proceso de reinvención y formación en psicología organizacional (tras trabajar 25 años en el sector de la consultoría tecnológica), me pasó lo mismo. Yo quería impartir formación y conferencias pero no sabía cómo llevarlo a la práctica si no me contrataba alguien.

Hasta que se me ocurrió organizar mi propia conferencia. Solo vinieron unas pocas personas (familia, amigos y algunos compañeros de trabajo) pero fue el inicio de una serie de ponencias en las que iba ampliando mi aprendizaje, experiencia y audiencia.

Lo mismo me ocurrió con la docencia. Mis primeras intervenciones fueron a través de una asociación sin ánimo de lucro y de manera totalmente altruista, llamada Desata Tu Potencial.

De todo esto, y mucho más, hablo y lo explico de una forma amena y práctica en mi primer libro «La Palanca del Éxito SL, activa tu inteligencia emocional y relánzate».

El libro consta de dos partes. En la primera parte hago una profunda reflexión a través de una historia basada en un diálogo con un genio (el genio del smartphone) para poner un poco de luz de todo esto en la consciencia del lector o lectora.

En la segunda parte desarrollo una guía práctica en cinco pasos para desarrollar la inteligencia emocional y que la mente y el lamento no nos supongan un obstáculo, sino un auténtico recurso positivo para relanzar nuestra vida personal y profesional.

Esta guía práctica es un extracto comprimido de los talleres de inteligencia emocional que imparto a menudo a profesionales, directivos, padres y profesores.

¿Y tú, regulas la mente y el lamento, o ellos te regulan a ti?

Fuente imágenes: google.com

*También puedes leer «Gestionar emociones en la empresa, ¿de verdad sirve para algo?»

**Puedes comprar el libro haciendo click en la imagen.

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Psicólogo Organizacional