¿QUÉ COMUNICAMOS CUANDO NO CONTESTAMOS UN EMAIL?

Pensando un poco en el «silencio espiritual» inherente a la Semana Santa, se me ha ocurrido pensar en los silencios como respuesta a un email o cualquier otro mensaje que use como canal la escritura.

Es decir, me gustaría hacer una reflexión sobre qué estamos contestando cuando no contestamos a un mensaje.

Y cuando digo «no contestamos», me refiero a nunca, no a contestar un mensaje el día siguiente, a los tres días o a la semana siguiente.

Además, hace poco me decía un amigo algo así como «no sé qué pasa que la gente en las empresas ya no contesta emails. Parece como que ya no es necesario dar una respuesta a alguien, aunque lo conozcamos».

Y es que, si bien es cierto que estamos sobresaturados de información por todos los medios, otra cosa es no contestar un correo de alguien al que conocemos personalmente y con el que hablamos en persona aunque sea muy de vez en cuando.

Y no me refiero a mensajes no solicitados de tipo comercial, cadenas o spam, sino a mensajes de trabajo o colaboración.

Entonces, no contestar el correo de alguien conocido que nos pregunta algo o nos pide información, ¿es una falta de respeto o educación? ¿O es algo sin importancia?

Por un lado, creo que raya en la falta de educación y respeto hacia la otra persona, por muy amigo/a o mucha confianza que tengamos. Precisamente por ello deberíamos contestar, aunque no sea inmediatamente, claro está.

Además, estamos impactando negativamente en las emociones de la persona que espera una respuesta, ya que el mensaje que estamos transmitiendo al omitir nuestra respuesta, es:

«Me importa un pimiento tu mensaje» o, «no me interesa lo más mínimo lo que dices».

Si nos reenvían el mensaje (o nos envían otro) «por si no llegó» o «no lo pude leer» y seguimos sin dar respuesta, la respuesta es: «me-importa-una-mierda-tu-mensaje» (con perdón).

Claro, que hay quien dice luego al ser preguntado de manera verbal aquello de «¡ay, perdona, es que llevo tanto lío que se me pasó» o, «no he visto tu mensaje, reenvíamelo, por favor».

En el primer caso, me da igual ir liado. Es una excusa burda porque cuando yo tengo interés en algo, lo abordo un día u otro. No lo dejo pasar (para eso están las agendas).

Si no contesto, es que no me interesa lo suficiente, nada o para nada. Si la otra persona es un cliente o posible cliente, estaremos perdiéndolo o creando una imagen nefasta (o las dos cosas).

En el segundo caso, si vuelvo a reenviar el mensaje y sigo sin obtener respuesta, me ubico en el primer caso (no hay interés).

Queramos o no, seamos conscientes o no, los silencios son muy potentes. Son un instrumento de comunicación no verbal que conoce bien la inteligencia emocional.

Por supuesto, yo también omito respuestas a correos que no me interesan, pero lo hago con aquellos no solicitados de personas que no conozco que tratan de venderme algo que no me interesa.

Si conozco a la persona, contesto siempre. Para comunicar mi interés o mi desinterés, pero siempre contesto. Me parece, simplemente, que el otro merece mi respuesta porque en realidad somos iguales.

Todavía es más grave, si cabe, cuando la persona que omite la respuesta «vende públicamente» lo positivo que es ser positivo con uno mismo y con los demás. Si «vamos de guay» por la vida y cometemos estas torpezas, se nos terminará «viendo el plumero».

A ver si nos enteramos que no cuesta nada contestar «sí», «no», «recibido, lo miro en unos días», «mira, lo siento, ya no me interesa el tema» o similar.

Especialmente, insisto, a las personas que conocemos personalmente y/o además son clientes, colaboradores o pueden llegar a serlo (la vida da muchas vueltas).

En este sentido, las redes sociales pueden jugar en contra nuestra. Ya que todos publicamos lo magnificos que somos, pero luego, en el día a día parece que se nos olvidan «nuestras maravillosas publicaciones» y, con ellas, la cortesía.

Ante una incoherencia entre palabras y hechos, siempre mandan los hechos, no las palabras. Es importante ser cuidadosos con ello, ¿no te parece?

Podríamos decir como Ana Pastor, «Maldita Hemeroteca».

¡Felices Pascuas!

25 Comments

  1. Hola, buenas.
    Nada, so!o decirte que te has adelantado. Próximamente en mi Blog iba a hablar de lo mismo. Tu disertación coincide con mi pensamiento.
    Considero que todo email que vaya personificado, debe ser contestado. Ni que decir tiene, de las llamadas telefónicas.
    Siempre tenemos que buscar un momento del día, o cada ciertos días, para esa contestación. Mas si cabe si nuestro trabajo depende de las relaciones personales. Quizás esa persona, no sea alguien de interés, pero puede conectarnos a alguien que si lo sea.
    La buena educación, la humildad y el saber estar en todos los ámbitos de comunicaciones sociales, abren muchas puertas.
    Un saludo y buena semana santa.

    1. Muchas gracias por tu comentario, Juan. Será un placer poder leer tu artículo y compartirlo en las redes sociales. Seguro que enriqueces y complementas el mío, fenomenalmente bien. Por favor, cuando lo publiques, etiquétame en las rrss para que me entere.

      Un saludo y buena semana santa, también para ti.

  2. Efectivamente yo también opino así, se trata de tener empatia, no cuesta tanto contestar aunque sea brevemente, y se puede hacer mucho bien al contestar, aunque lo normal sea contestar a veces te encuentras con poca gente que conteste. Es cierto, la vida puede dar muchas vueltas, sin embargo hay gente que se cree…. Intocable. Saludos.

    1. Gracias por comentar, Marta. Efectivamente, se trata de tener empatía. Cuando la excusa es «no tengo tiempo» y sin embargo sí que se contestan aquellos correos que nos interesan, en realidad estamos diciendo «no me interesa este correo». Saludos.

  3. Hoy dia recibimos demasiados mails, sobretodo si tienes un equipo grande, y el 80% del tiempo estas en reuniones, el día tiene 24h, y como mínimo debemos dormir y comer, y seria mas que deseable tener tiempo para dedicar a la familia, muchas veces resulta físicamente imposible responder todos los emails.

    1. Eso es cierto, Lluís. recibimos demasiados mails. Me parece una barbaridad pasar el 80% en reuniones porque sólo el 20% para otras gestiones es poquísimo. No sé si podrías reestructurar tu tiempo o delegar el filtrado de mails a otra persona. Si no es posible, quizá sería bueno enviar un email a aquellas personas que te importan de verdad y decirles que te es imposible contestar el correo, proponiendo otro canal de comunicación más efectivo.

      En cualquier caso es conveniente avisar de ello porque si no, estarás generando malestar en esas personas.

      Un cordial saludo y muchas gracias por dejar tu comentario.

  4. Juan, es un articulo genial.No podemos negar que se habla muy poco sobre un fenomeno tan real y distructivo como el silencio en la comunicacion sea que sea, pero toca actualizarnos y sincronizarnos con ritmo de la nueva era.Se acortan las distancias,se abarcan mas y mas las cifras de personas gracias a las comunicaciones por e-mail.Nos estamos mutando, nuestro cerebro hoy en dia se manifiesta como algo bi-natural,parece ser que somos capaces de adaptarnos a la comunicacion actual,aceleracion en el progreso ,gracias a las computadoras.

    Estoy incinuando de que el silencio de hoy «e-mailinal» es dañido, es mucho mas dañido que verbal ,por ejemplo.
    Estoy de acuerdo de que siempre hemos de contestar.Y no es por cortesia,porque la cortesia es para nosotros es.
    Creo que es para no hacer daño para el que espera.Confieso,he sido la victima del silencio.La inteligencia emocional tiene raices muy arcaicos.
    Acostumbremos!Contestemos!Comprendamos!

    Gracias

    1. Muchas gracias a ti. por tu feedback, Eugeni. Efectivamente, el silencio total en los mensajes escritos es muy dañino porque estás dejando a la otra persona que piense libremente sobre tu «no respuesta». Si después de insistirnos con más mensajes, continuamos sin contestar, estaremos abriendo una herida emocional. Saludos.

  5. No hay nada peor que no contestar, sobre todo a tu cliente, aunque no le soluciones con tu respuesta, pero al menos te interesas por el tema. Además si tienes tiempo para leer también para contentar, con el movil, tablet , portátil y demás no hay excusas. Todos queremos ser escuchados.
    Saludos

    1. Esa es la clave, Javier. Interesarte por tu interlocutor con una simple respuesta. No hay excusas. Es nuestra responsabilidad. Saludos y gracias por dejar tu comentario.

  6. Estimado Luis,

    Respecto a tu artículo, se puede decir más alto pero no más claro. Las primeras veces que me ocurrió, no entendía nada, hasta que comprendí e interioricé que quien no te contesta te está transmitiendo de forma inconsciente que no le interesa lo que le comunicas. Ante ese tipo de actitudes, no cabe más que mantener nuestra propia actitud (ser amables, respetuosos y contestar siempre) y concienciar que el otro tiene ese sentimiento hacia nosotros; es decir, dejarlo correr pero saber con quién nos la estamos jugando.

    1. Muchas gracias por dejar tu comentario, Pablo (aunque me hayas cambiado el nombre :)). Por supuesto, mantener una buena actitud por nuestra parte es fundamental para no caer en luchas estériles poco saludables. Saludos.

  7. Buenas tardes Juan. Realmente un tema muy importante hoy día. Es verdad que recibimos en las empresas muchos correos, muchas veces hasta cuesta responder lo que sabemos no podemos solucionar o abastecer, pero en mi consideración, siempre digo que el «no» es también una respuesta. Considero que es más oportuno ese no como respuesta que el silencio. Gracias por abrir la posibilidad del intercambio. Saludos.

    1. Efectivamente, Mariano. Se trata de responder, incluyendo una respuesta negativa (tratando de ser asertivos). Gracias a ti, por dejar tu comentario. Saludos.

  8. Muy interesante el post publicado en tu Blog,concuerdo en todo lo que comentas, solo añadiría que somos la clara imagen de lo que somos al no responder un email independientemente si es un email personal o comercial,responder un email no creo que nos quite mucho tiempo. Saludos y exitos

    1. Gracias por tu feedback, Mitchell. Sí, también estamos transmitiendo un poco de lo que somos, de nuestra forma de ser. Saludos y éxitos también para ti.

  9. Juan, en mi opinión es un tema de educación. Me parece que un e-mail de una persona conocida o de un compañero de trabajo no contestado es como si alguien te dirige la palabra en un reunión y tu no contestas. Como te sentirías? Entiendo que cada vez estamos más y más abrumados con correos no solicitados pero hay que encontrar la manera de limitar o filtrar (delegar?).

    Saludos

    1. Muchas gracias por dejar tu comentario, Sergio. Efectivamente, es un tema de educación. Lo que ocurre es lo que comentas sobre la saturación de mensajes. En cualquier caso es responsabilidad nuestra encontrar una forma adecuada de canalizar las respuestas, como bien indicas. Saludos.

  10. Juan estoy totalmente de acuerdo con tu exposición de este tema, pues he utilizado tus mismas palabras en muchas ocasiones comentando esto con algunos compañeros, y es que es muy cierto, que en ocasiones te esfuerzas en escribir un mail, al cual adjuntas una oferta , un proyecto, una idea, etc.., y la persona a la que se la envías, la cual te normalmente te conoce, ni tan si quiera se molesta en contestar.
    A mi desde luego me parece una falta de ética profesional, pues si estas tan «liado» que no puedes responder un mail, quizás necesitas a alguien que te asista en esta tarea.

    Saludos.

    1. Muchas gracias, Francisco, por dejar tu comentario. Así es, lo de estar liado es una excusa del ego o del inconsciente porque si es verdad, también es una falta de responsabilidad no organizarse, no hacer nada por cambiar o mejorar esa situación que está perjudicándote porque tus clientes y colaboradores están teniendo una muy mala imagen de ti. Saludos.

  11. Hola Juan:

    Me ha gustado tu exposición del
    tema y estoy totalmente de acuerdo
    contigo, precisamente acabo de
    vivirlo por parte de una pareja
    ( a la cual solo le pedia tener
    una conversación para intentar
    mejorar la relación) esto no lo
    entiendes y al principio te bloquea
    pero luego le das la vuelta y ves muchas cosas…
    con alguién tan cercano como un
    hijo al que le pides un favor y
    en vez de darte su opinión sobre
    el tema en cuestión se enfada contigo y
    te bloquea el whatsapp y no contesta
    el e-mail
    Hay que seguir adelante siendo tu mismo
    y sin rencores….

    Un abrazo

    1. Así es, María, hay que seguir adelante poniendo foco en lo que quieres y no en lo que no quieres. Un abrazo y muchas gracias por comentar.

  12. […] llegó a mis manos un artículo que me ha motivado a escribir este post, el título decía así: “¿Qué comunicamos cuando no contestamos un mail?”. Y es que a veces sin pensarlo podemos estar dañando nuestra imagen y la percepción que los […]

  13. Hola Juan,

    Me hace gracia tu artículo porque me está pasando últimamente (y bastante) y antes no me pasaba nunca. ¿Será porque mi empresa –o yo misma– ya no es tan importante como antes de la crisis?

    Yo no dejo un sólo correo de gente que conozco sin respuesta, pero sin embargo cada vez está siendo más habitual que haya mails que he enviado a personas con las que tengo relación que no me responden. Nada. A mi en general, me parece gente sin educación ni capacidad para estar en el puesto de trabajo en el que están (muchas veces cargos públicos). Sin embargo tengo relación con gente de muy alto nivel y muy ocupada quienes SIEMPRE, SIEMPRE responden, aunque sea una frase. Y los mediocres y los que no gestionan bien su tiempo (ni su educación) son los que no lo hacen.

    1. Gracias por dejar tu comentario, Rebeca.

      Es más habitual de lo que pueda decirnos el sentido común. Quizá el exceso de información al que estamos sometidos tenga mucho que ver, pero la capacidad de seleccionar la información es nuestra, así como la decisión de contestar mensajes de personas que conocemos y con las que interactuamos muchas veces en persona. Lo has explicado en tu comentario perfectamente.

      Un saludo.

Comments are closed.

About admin

Psicólogo Organizacional