«ESO AQUÍ NO FUNCIONA», UN BÓTOX PARA LA EMPRESA

superlopez«Eso aquí no funciona» es una de las respuestas típicas que da un gerente o directivo de cualquier Pyme española cuando recibe propuestas sobre cambios organizativos o de estilos de liderazgo alineados con los estudios de la psicología organizacional positiva.

Se alude, habitualmente, a la naturaleza peculiar y diferente de la organización.

Cuando le contestas que otras empresas de su mismo sector ya han implementado algunas prácticas organizacionales de ese tipo, entonces dice que no es lo mismo una empresa del norte que del sur.

Cuando le dices que una empresa en su misma latitud lo está haciendo y le va mejor, entonces responde que no es lo mismo una empresa costera que del interior.

Y así, sucesivamente hasta el infinito (y más allá).

Es cierto que cada empresa es diferente, única y peculiar, por eso la adopción de nuevas prácticas y liderazgos saludables se deben adaptar, pero no evitar.

En realidad, esas respuestas evitativas no vienen de la capa racional del ser humano sino de la capa más emocional, que se activa en base a pensamientos automáticos inducidos por creencias y aprendizajes pasados.

Estas creencias y aprendizajes se instalan en el inconsciente constituyendo auténticos paradigmas. Un paradigma según la RAE es:

Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento.

Sin embargo debemos liberarnos de aquellos paradigmas que dejan de ser útiles para resolver problemas y ya no sirven para avanzar. De otro modo seremos esclavos de nuestros propios paradigmas.

Y esto se nota cuando ocurre en nuestra organización, lo que pasa es que es muy doloroso aceptarlo cuando hasta hace poco sí que nos servía el modo de hacer.

Al dirigirnos a un directivo con nuevas formas de gestionar personas, en realidad «le estamos tocando los paradigmas» y eso no le gusta a nadie. La reacción más normal es defenderse y dar respuestas que salvaguarden su core mind.

Si hay evidencia científica que fundamenta y apoya otras prácticas organizacionales más saludables para gestionar personas, entonces la respuesta típica para defender los paradigmas es la que da título a este post: «eso aquí no funciona».

Y es con esta respuesta (y similares) con la que, a mi modo de ver, el directivo está «inyectando bótox» a los músculos de su empresa.

Como sabemos, el bótox es una toxina bacteriana que se utiliza en cirugía estética para eliminar las arrugas y mejorar el aspecto facial (aunque también con fines médicos en el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas).

 

botulin-toxinLo que ocurre es que este efecto estético se produce debido a su capacidad para producir parálisis muscular, ya que actúa bloqueando la liberación del neurotransmisor acetilcolina responsable (entre otras funciones) de la contracción de los músculos.

Es decir, aquellas organizaciones que no evolucionan hacia liderazgos y prácticas organizacionales más útiles y saludables es como si inyectasen bótox a su empresa.

[Tweet «La empresa desarrolla una parálisis muscular, aunque con buen aspecto de cara a la galería»]

Esta inyección de la toxina botulínica será más bloqueante cuanto más necesite la empresa del compromiso, del vigor, la confianza y la entrega de las personas que trabajan en ella.

Ya que estos aspectos volitivos del ser humano no se compran ni se alquilan sino que se obtienen a través de la ética, la justicia, la coherencia y el reconocimiento.

Sí que podemos comprar o alquilar el tiempo de las personas pero esto no es garantía de conductas extra-rol y de ciudadanía organizacional.

Y para terminar (parafraseando a Ana Pastor), estos son los hechos y tuyas son las decisiones.

¿Vas a revisar tus paradigmas?

¿O quieres seguir «inyectando bótox» a tu organización?

Fuente imágenes: google.es

*También puedes leer «¿Saben diferenciarse las organizaciones?»

La Palanca del Éxito

 

About admin

Psicólogo Organizacional