¿CUÁNTAS ALMAS TRABAJAN EN TU EMPRESA?

Cuerpo sin AlmaComo dice Susana Hidalgo (Resp. Capital Humano en Sage), actualmente, uno de los mayores retos que tienen las empresas es disminuir la «rotación emocional» de sus colaboradores.

Si cada día entran a trabajar cinco, diez, cincuenta o mil cuerpos, que también lo hagan cinco, diez, cincuenta o mil almas.

Porque ya sabemos que tener cuerpos sin alma conduce al presentismo, al «síndrome de calentar la silla» o, en el mejor de los casos, a la mediocridad.

A primera vista, y valorando también la situación laboral tan grave que seguimos viviendo, cabría pensar que si una persona tiene la fortuna de tener un empleo debería ir súper contenta y motivada al trabajo. ¿Dónde está el problema, entonces?

¿Por qué muchas empresas se quejan de no tener un alto compromiso por parte de sus empleados o colaboradores? ¿Por qué muchos empleados/as no se entregan en cuerpo y alma a su trabajo y/o empresa?

La clave viene dada al saber que el compromiso de un empleado es fruto de la interacción entre su marco mental-emocional y el entorno o contexto laboral en que se desenvuelve.

Por un lado, si una persona siente apatía, insatisfacción o aborrece su trabajo, puede que «cumpla justito» con su labor, pero no conseguirá resultados brillantes a menos que sienta otro tipo de emociones más placenteras hacía su labor.

En este caso es responsabilidad de la empresa seleccionar personas que «amen» su trabajo o al menos tengan mucho interés por él, y compruebe después que es así realmente y gestione su evolución.

Ahora bien, puede que tengamos colaboradores apasionados por su trabajo con un marco mental-emocional que predispone a dar lo mejor de sí mismos, pero en un contexto laboral que no facilita la sostenibilidad de ese compromiso inicial (aunque a primera vista pensemos que el contexto es correcto o adecuado).

Me explico. Puede que la empresa no incorpore prácticas saludables en materia de gestión de personas que faciliten el equilibrio laboral y familiar o personal, ya que el bienestar emocional proviene del equilibrio entre distintos planos vitales, no sólo del laboral.

O que la empresa no ofrezca recursos de tipo social, como un líder inspirador orientado tanto a resultados como personas, de forma que el propio jefe ofrezca apoyo, reconocimiento y feedback de manera constante, sistemática, proactiva y asertiva.

puesto-trabajo-ergonomicoEs decir, no basta con poner a disposición del empleado una mesa y una silla adecuadas, un buen ordenador (o cualquier otro tipo de herramienta) y una transferencia económica a final de mes. Esta es condición necesaria pero no suficiente.

¿Por qué?

Porque somos seres vivos más emocionales que racionales.

Todavía está muy extendido un malentendido muy dañino en esta sociedad:

El bienestar material y económico es suficiente para satisfacer todas nuestras necesidades, en todos los ámbitos.

Pero ya desde el siglo XX tenemos investigaciones como la teoría del apego, de J. Bolwby, los experimentos sobre el afecto, de H.Harlow o la jerarquía de necesidades humanas, de A. Maslow, que siguen vigentes hoy en día. Incluso los adultos necesitamos afecto y reconocimiento.

Además, la moderna neurociencia (con investigadores de la talla de Ignacio Morgado, Francisco Mora o Antonio Damasio, entre otros), y sus imagenes del funcionamiento cerebral in vivo, converge en la misma dirección:

Las emociones tienen el poder de modular las funciones cerebrales superiores (atención percepción, pensamiento, memoria y aprendizaje).

Podemos decir que se trata de recibir una especie de «salario emocional» positivo para poder dar lo mejor de nosotros mismos, para poder hacer brillar nuestro talento y compromiso.

Aquellas empresas y directivos que entiendan que no basta con satisfacer necesidades económicas y materiales mínimas (no te digo nada si esto ya no lo cumplimos), y lo pongan en práctica en su día a día, incorporándolo a su cultura organizacional, son las que tienen más posibilidades de crecer de manera sostenida y robusta.

Las demás irán «a trancas y barrancas» hasta que fenezcan o se queden en el montón de la mediocridad para el resto de sus días, quejándose de su «mala suerte».

Y facilitar el bienestar emocional es crear las condiciones necesarias para la satisfacción y el disfrute de nuestros colaboradores. ¡Y ojo!, como dice Belén Varela, no debemos confundir disfrute con diversión.

El disfrute es compatible con la concentración, el rigor, y un buen desempeño en la tarea, incluso si ésta es compleja (siempre que esté alineada con nuestros recursos).

La satisfacción impulsará el compromiso.

Golden key in keyholeResumiendo, podemos decir que «la llave» para conseguir que coincida el mismo número de cuerpos y almas en nuestra empresa es tener personas interesadas, o mejor, apasionadas por su trabajo que vengan con la suficiente motivación desde casa, y además, generar y mantener climas saludables (auténticos) en la empresa de forma proactiva que facilite la sostenibilidad de esa motivación de nuestros colaboradores.

Una forma de conseguir esto es, además de un salario digno, cuidar aspectos como (entre otros):

  1. Objetivos bien definidos, exigentes y alcanzables
  2. Claridad de rol
  3. Equilibrio entre exigencias y fortalezas (para ver retos en lugar de amenazas)
  4. Autonomía (dependiendo de persona y función)
  5. Fomento de la participación en cambios y decisiones
  6. Flexibilidad de horario
  7. Equilibrio en el intercambio (dar y recibir nivelados)
  8. Liderazgo emocionalmente inteligente
  9. Facilitación de descansos (recovery)
  10. Comunicación asertiva (feedback)
  11. Apoyo
  12. Reconocimiento

Si no conseguimos generar un clima de confianza (horizontal y vertical), seguridad psicológica y respeto en las relaciones interpersonales e interdepartamentales, la motivación de las personas se irá a pique.

Si esto ocurre, «las almas se esfumarán de los cuerpos» y con ellas, la productividad, las conductas de iniciativa y el compromiso (o se quedará en mínimos para «cumplir»).

¿Te has parado a pensar cuántas almas trabajan en tu empresa?

¿Vas a hacer algo para conseguir que coincida con el número de cuerpos?

Fuente imágenes: marbyi.wordpress.com; directindustry.es; tantranuevatierra.com

 

 

6 Comments

  1. ¡Excelente, excelente, excelente, artículo! Me ha gustado mucho el tema. Sabias palabras reflejas a lo largo de la lectura.

    En lo personal, me satisface dar alma, corazón y vida a mi trabajo. Sentirse motivado y feliz con lo que hacemos nos llena de vida, nos da energías.

    Juan Pedro, mis sinceras felicitaciones por compartir este valioso, excelente y reflexivo artículo. Un abrazo

    1. Mil gracias, Dinorah, por dejar tu mirada apreciativa en el post y en este blog (tu casa, para cuando quieras volver). Así es, sentirse feliz o, al menos, satisfecho con el propio trabajo nos permite dar lo mejor de nosotros mismos. Aunque tengamos jornadas agotadoras, nos sentimos llenos de energía en cuanto descansamos un poco. Un abrazo y gracias otra vez por este comentario que me ha llenado de energía positiva. ¡Hasta pronto!

  2. Muy bueno, Juan Pedro. De verdad, muy bueno.

    1. Muchísimas gracias, Carlos, por dejar tu feedback impreso. Un saludo.

  3. Muy pero que muy bueno..
    Estoy totalmente de acuerdo con indicado en este artculo.
    Como personas tenemis que pensar que todo lo que hacemos es para las personas y que gran parte de lo que necesitamos es realizado por personas. Ama y se feliz con lo que haces porque es para ti.

    1. Muchísimas gracias, José. Me alegra que te haya gustado. Así es, nos necesitamos los unos a los otros. Gracias otra vez por dejar tu comentario en el blog. Un cordial saludo.

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Psicólogo Organizacional